¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto bienquerencia y tanta empíreo como Tú consagras a tu imperecedero Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi muerte. Esta Gracejo te la pido igualmente para los pobres https://bookmarkspring.com/story12195793/5-t%C3%A9cnicas-sencillas-para-la-oracion-patria